El desayuno de la golondrina
la ceba
Llevo unos días observando desde la puerta de mi casa un pequeño-gran espectáculo de la naturaleza. La ceba de tres pollos de golondrina común, hirundo rústica.
Hay un cable que une la casa con el trastero, ahí se colocan por la mañana, llevan tres que yo haya observado. Pacientemente esperan que una y otra vez venga (la madre o padre, o ambos por toca) a darle de comer. Los pollos ya vuelan estupendamente, de echo se dan algún vuelo y después se posan a esperar la ceba.
Curiosamente cuando observo, me puedo llevar media hora, siempre le da de comer al mismo pollo, entiendo que a otra hora le dará a los demás.